A mediados de este agosto pasado se alcanzaban los 31’87 grados de temperatura en nuestro mar mediterráneo, nuestro “Mare Nostrum”, escenario de tantas y tantas batallas que se han librado con el paso de las civilizaciones y ahora convertido en la mejor metáfora de las consecuencias terribles del cambio climático que, a base de martillazos, nos recuerda que debemos cuidarlo. Los 31’87 grados constituyen un récord absoluto en los últimos cuarenta años y es, sin duda, una señal que debemos tener en cuenta si no queremos liquidar esa fuente de riqueza, biodiversidad y, por encima de todo, fuente de equilibrio en un mundo cada día más cambiante por culpa de la acción humana. Las lluvias torrenciales -cada vez más impredecibles, virulentas y catastróficas- no son, ni mucho menos, una casualidad. Al contrario, son una consecuencia directa de esta tendencia de regresión sobre nuestro medio ambiente. Es necesario poner en marcha todos los mecanismos a nuestro alcance para apaciguar esa acción humana sobre nuestro medio ambiente, nuestras montañas, nuestras playas y nuestros ríos. Precisamente, nuestro río Túria, síntoma de la riqueza natural, la biodiversidad y el patrimonio de la Comunitat Valenciana, es uno de los protagonistas en la acción de la Confederación Hidrográfica del Xúquer (CHX).
Garantizar un caudal mínimo de agua permanente que permita mantener los diferentes ecosistemas existentes en los cursos fluviales de las cuencas mediterráneas, con el libre paso de especies y la distribución de los sedimentos y la biota, es la principal razón que ha llevado al Gobierno de España a poner en marcha este ambicioso proyecto. Desde el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria lo hemos demandado en los últimos tiempos, con insistencia, con perseverancia y con rotundidad. Pensamos que supondrá un antes y un después en esta zona desaprovechada y que ofrece, sin embargo, un potencial enorme para hacer de este punto, único en su estructura y origen, una zona unida en armonía con el resto de la ciudad de Valencia y del resto de municipios del área metropolitana. Entre esos nuevos usos se añadirá la reintroducción de la anguila al río Túria, fruto del trabajo que desde hace años pusimos en marcha el Ayuntamiento de Riba-roja de Túria, la dirección del Parc Natural del Túria, la Coordinadora en Defensa de los Bosques del Túria y la Universitat de València de la que nació la Plataforma “L’anguila al mar y l’angula al Túria”. Y, para ello, la reutilización de las aguas residuales juega un papel muy importante para ayudar en la mejora del caudal ecológico del Túria gracias a los sistemas cada vez más efectivos por parte de las estaciones depuradoras. Economía circular al máximo exponente.
Han sido años de reuniones, trabajos, estudios y negociaciones con todas las instituciones y organismos públicos implicados para que este ambicioso proyecto, innovador y moderno pueda hacerse realidad dentro de unos meses. Al menos, ya se han adjudicado las obras por parte de la Confederación Hidrográfica del Xúquer, el organismo gestor de todo el cauce del río Túria y cuya voluntad ha sido manifiesta desde el primer momento, tanto en la aceptación del proyecto como en todos aquellos aspectos que podían ayudar a mejorarlo. Sin duda, esa debe ser la línea que se debe seguir desde las instituciones públicas, servir al bien de la sociedad. Muy pronto esperemos que todos los ciudadanos podamos disfrutar de una manera más sostenible y respetuosa de nuestro río Túria.
SIGNAT: ROBERT RAGA GADEA, alcalde de l'Ajuntament de Riba-roja de Túria
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