Opinión
No pasa ni un día sin que oigamos a políticos y economistas de derechas que hay que bajar los impuestos y a los de izquierdas que hay que subirlos,.
Yo creo, sin embargo, que este no puede ser el debate fiscal de nuestro tiempo.
La experiencia nos dice que, cuando la derecha gobierna y realiza reformas fiscales no rebaja los impuestos en general.
Lo normal es que reduzca los que recaen sobre quienes más ganan o más patrimonio tienen.
Y la derecha ni siquiera apoya fiscalmente por igual a todas las empresas, pues es sabido que las más grandes o los bancos tienen muchas más formas de evadir el pago de impuestos.
La izquierda, por su parte, suele tener una extraordinaria confianza en la recaudación impositiva para financiar el imprescindible gasto del Estado.
Y es verdad que los impuestos han sido siempre, a lo largo de la historia, uno de los instrumentos más potentes para conseguir progreso económico, eficiencia, aumento de la productividad y equidad. Pero eso no debería llevar a exagerar su capacidad transformadora.
En todo caso, no es este el tema del que quiero hablar en este video.
Hoy solo quiero comentarte que, a mi juicio, el debate fiscal de nuestro tiempo no debería ser -como he adelantado- el de si subir o bajar los impuestos sino el de de crear nuevas figuras tributarias.
¿Por qué digo esto?
La razón es sencilla
Hoy día, e incluso en las economías más avanzadas, el abanico de impuestos que utilizan los Estados para obtener ingresos responde a un modelo económico anticuado.
Desde hace tiempo, han cambiado las fuentes de la riqueza, el ámbito de las relaciones económicas y los medios disponibles para la recaudación.
El sector financiero se ha hipertrofiado, las tecnología tiene una relevancia mucho mayor, las economías funcionan a escala global mientras que los impuestos siguen siendo nacionales, las expresiones del patrimonio son diferentes y disponemos o comenzamos a disponer de medios técnicos que podrían permitirnos gravar todas las expresiones de capacidad de pago con mucha más precisión, eficacia y equidad. Y, además de todo ello, ha aparecido nuevos problemas -como el cambio climático, la digitalización o la desigualdad extrema, entre otros- que requieren nuevos tipos de incentivos y desincentivos fiscales, según el caso.
Sin embargo, se sigue grabando prácticamente lo mismo y de la misma forma que hace décadas.
En la actualidad, podríamos multiplicar los ingresos fiscales con una carga fiscal muchísimo más reducida si dispusiéramos de impuestos que tuvieran en cuenta estos cambios.
Pondré tan solo dos ejemplos.
El total de recaudación por todos los impuestos en España fue de 223.300 millones de euros en 2021.
Pues bien, según los datos del Banco Internacional de Pagos, el total de transacciones financieras que se llevaron a cabo en nuestro país en 2020 fue de 74 billones de euros (un cálculo en número redondos y aproximado pues no se tienen en cuenta todas ellas).
Eso quiere decir que con una tasa de 30 céntimos por cada 100 euros de transacción financiera podríamos eliminar todos los impuestos que hay en España y obtener los mismos ingresos que se obtienen ahora con todos ellos.
Lo repito de otra forma: con esa tasa sobre las transacciones financieras podríamos obtener la misma recaudación que ahora con una carga fiscal casi 100 veces más baja .
Un segundo ejemplo: se ha calculado que, solo con un impuesto del 1% sobre todos los activos (bienes y derechos) que hay en las economías actuales, se obtendría entre el 10 y el 15% de los ingresos que se recaudan con todos los impuestos actuales.
Eso quiere decir que se podría eliminar el impuesto de sociedades, por ejemplo; o reducir una cuarta parte el tipo sobre la renta de las personas físicas.
Son dos ejemplos sencillos, elementales. Ya sé que necesitan diseño y finura.
Pero creo que demuestran que el debate fiscal de nuestra época no es subir o bajar los impuestos actuales sino crear figuras impositivas que se correspondan con el modo de funcionar de las economía de nuestros tiempos.
Si la derecha no fuese tan demagógica fiscalmente y de verdad quisiera bajar los impuestos a todos los sujetos económicos y si la izquierda no fuese tan conservadora, estarían ambas comprometidas con la tarea de diseñar y poner en marcha propuestas de este tipo.
Nos iría mejor a todos.
Juan Torres López || * Creative Commons que republicamos por su interés
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