El Objetivo de Desarrollo Sostenible número 5 de Naciones Unidas señala:
"La igualdad de género no solo es un derecho humano fundamental, sino que es uno de los fundamentos esenciales para construir un mundo pacífico, próspero y sostenible".
Las cooperativas, que nacen como respuesta colectiva organizada contra situaciones de desigualdad, tienen una larga tradición en este sentido.
En igualdad de condiciones
En 1995, la Alianza Cooperativa Internacional, recogiendo el espíritu de los Pioneros de Rochdale, adoptó la Declaración de Identidad Cooperativa.
El primero de los principios cooperativos ahí enunciados señala que las cooperativas son:
"Organizaciones abiertas a todas las personas que quieran utilizar sus servicios y que deseen aceptar las responsabilidades de la afiliación, sin discriminación de género, social, racial, política o religiosa".
Por su parte, el cooperativismo vasco asumió, en diciembre de 2020, un "compromiso explícito en materia de igualdad de mujeres y hombres, en las condiciones de trabajo, la organización y funcionamiento interno, y en la prestación de sus servicios, así como en su relación con otras entidades del entorno".
Bajo el lema "+Cooperativas +Igualdad", el Consejo Superior de Cooperativas de Euskadi (CSCE) y Konfekoop (la Confederación de Cooperativas de Euskadi) han reconocido la labor en temas de igualdad de tres cooperativas vascas: Auzo Lagun (servicios de restauración), Eroski (sector de distribución) y Servicios Sociales Integrados (sector de cuidados).
Tres ejemplos vascos
Auzo Lagun y Eroski forman parte de Mondragon Corporación, cuyos orígenes, a mediados de los años 50 del siglo XX, están ligados a la figura de José María de Arizmendiarrieta, personaje clave en el cooperativismo vasco y con un papel relevante en la creación de Auzo Lagun. Por su parte, Servicios Sociales Integrados (SSI) está incluida en la Red de Economía Alternativa y Solidaria de Euskadi (REAS-Euskadi).
Se puede considerar la creación de Auzo Lagun, el 6 de marzo de 1969, una innovación social muy importante. La cooperativa fue un hito pionero en la incorporación de la mujer en el mercado de trabajo, a través de la profesionalización y dignificación del trabajo femenino. 17 mujeres hicieron historia pues fue la primera cooperativa del Estado constituida por y para mujeres casadas, superando importantes barreras sociales, culturales y laborales.
La creación de la cooperativa Eroski, en 1969, también se puede considerar una innovación social en favor de las mujeres. Desde sus comienzos, en su plantilla ha habido más mujeres que hombres que han contado con capacidad de tomar decisiones en pie de igualdad. Además de crear empleo femenino cuando las mujeres apenas salían de sus casas, también han realizado desde sus orígenes una apuesta fuerte por la formación y la capacitación.
El principal objetivo de Servicios Sociales Integrales (SSI) es la prestación de servicios a las personas. La gran innovación social de SSI consistió en la creación de la oferta de servicios sociales en Euskadi, donde existía una gran demanda por el proceso de envejecimiento de su población pero no una oferta eficiente. Este proyecto se inició a finales de los años 80 del siglo pasado y en la actualidad da empleo a 570 personas, de las que el 97 % son mujeres. Además, promueve entre las socias y trabajadoras procesos de formación, empoderamiento y promoción dentro de la propia organización.
Estos tres ejemplos muestran que las cooperativas son un buen lugar para que las mujeres desarrollen su carrera profesional. Además, los estudios muestran que la presencia femenina en los consejos de dirección y los consejos rectores impacta positivamente en el desarrollo de una gestión responsable, que abarca a todos los colectivos (trabajadores, consumidores, proveedores…) con los que interactúa la empresa.
Nota: Arantza Echaniz-Barrondo y las profesoras Aitziber Mugarra-Elorriaga y Marta Enciso-Santocildes han elaborado un capítulo de un libro (en preparación) en el que profundizan en los casos de Auzo Lagun, Eroski y SSI.
Arantza Echaniz Barrondo does not work for, consult, own shares in or receive funding from any company or organisation that would benefit from this article, and has disclosed no relevant affiliations beyond their academic appointment.
Arantza Echaniz Barrondo, Profesora del Departamento de Ciencias Sociales y Humanas, Universidad de Deusto * Pots llegir-ho per qué la font i Crònica som Creative Commons
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