Año 1928. Meseta de Jos. Nigeria. Una extraña cabeza de terracota es desenterrada mientras se trabaja en una mina. Sus rasgos no coinciden con nada visto hasta entonces. Sin saberlo, esos mineros acaban de devolver a la luz a la milenaria cultura Nok, la civilización más antigua del África subsahariana.
Descubrimiento
En torno a 1885, la compañía británica Royal Niger Company adquirió unas minas de estaño para su explotación en la zona de Nok, en el centro del país.
A lo largo de los años fueron apareciendo fragmentos de esculturas y, en 1928, emergió una pequeña cabeza de terracota a la que en su momento no se le otorgó la relevancia necesaria. En 1943 apareció una segunda cabeza de mayor tamaño. Su descubridor, un campesino, la utilizaba como espantapájaros hasta que un ingeniero de minas, alertado, se la mostró a Bernard Fagg, arqueólogo y administrador civil británico del Servicio Colonial Nigeriano. Fagg, que sabía de la existencia de la primera cabeza, reparó en la semejanza entre ambas piezas y, asombrado, comenzó a investigar las extrañas figuras.
No se equivocaba el arqueólogo, y según pasó el tiempo fueron apareciendo más restos, que estudió y analizó, convirtiéndose en el principal especialista de la cultura Nok. A través de análisis de termoluminiscencia, rayos X y carbono 14, acotó estas obras entre los siglos V a.C. y V d.C. (las últimas estimaciones señalan el sigo IX a.C.).
Presentó sus conclusiones a la comunidad científica mundial. La cultura Nok era ya oficialmente un hecho y, en 1947, el gobierno inglés inauguró una reserva arqueológica para proteger unas apariciones que parecían no tener fin.
En 1951, en la ciudad de Katsina-Ala, se descubrió el subestilo que se denominaría igual que la localidad, caracterizado por presentar alargamientos de sus cabezas.
En 1952 Fagg creó el Museo de Jos y le nombraron director del Departamento de Antigüedades de Nigeria, mientras plasmaba sus estudios en el libro Nok Terracotas (1977), un completo catálogo de las obras encontradas.
Desde entonces, y hasta el día de hoy, los descubrimientos han ido sucediéndose sin parar.
¿Qué es la cultura Nok?
A pesar de que la cultura Nok es, a día de hoy, la cultura mas antigua conocida del África subsahariana y se considere la creadora de la primera escultura figurativa en terracota del continente, su origen, sin embargo, es opaco y no se ha podido llegar a conclusiones definitivas.
Se cree que sobre el 1 500 a.e.c. se produjeron inundaciones en el golfo de Guinea que obligaron a grupos que venían del norte a asentarse en las mesetas de Nigeria. Probablemente el nacimiento de la cultura Nok tuviese lugar en ese momento. Igualmente, aunque su desaparición es una incógnita, porque no se conservan restos que lo atestigüen, se señala su final por la aparición de epidemias, hambrunas, invasiones o fusiones con otros pueblos.
Las obras encontradas, que se estaban en profundidades de entre 1,5 y 10 metros, fueron arrastradas por las corrientes fluviales, lo que impide conocer sus emplazamientos originales. Aún así se han descubierto detalles como que los Nok no practicaban un arte funerario, al no aparecer restos humanos alrededor de las esculturas, o que era una civilización muy avanzada en la siderurgia. También se observa que fue una sociedad muy jerarquizada, por las representaciones de monarcas, sacerdotes o guerreros.
La importancia de la tradición cerámica de la cultura Nok, como en tantas otras africanas, se debe, en primer lugar, a la abundancia de la materia prima tomada de las orillas de los ríos y, en segundo lugar, al fuerte simbolismo que posee. El barro es la fuente de numerosas creencias y tradiciones, pues nace de la propia Madre Tierra.
El modelado de las figuras se realiza a través de la adición, es decir, incluyendo trozos de barro en la obra gracias a la técnica de los churros. Este procedimiento es muy sencillo: se moldea una porción de arcilla mojada con las palmas de las manos dando lugar a unos cordones alargados (churros), con los que se componen las distintas partes de la figura, por ejemplo, brazos y piernas. La decoración se dibuja con palillos y finalmente se pule la superficie para que su aspecto sea fino.
Después de secarse las figuras al sol, se cuecen en hornos o piras, como se sigue haciendo a día de hoy.
Las primeras obras, de gran tamaño aunque huecas, estallaban durante la cocción por estar selladas sin vanos al exterior. Realizando incisiones en los ojos, las fosas nasales o la boca, se permitía que el aire interior circulase y que las obras no se fracturaran.
Estilo
El altísimo nivel artístico de los Nok, muy cuidado y complejo, presenta las siguientes características:
-
Antepasados idealizados. Son figuras para rendir culto en posibles templos sagrados. Por eso no se han encontrado dos figuras iguales.
-
Homogeneidad. Fácilmente identificables, pues no han cambiado durante milenios, como se ve en los ojos triangulares, la nariz ancha y la boca entreabierta, siendo sencillas las falsificaciones.
-
Masculinas. En mayor número que las femeninas. En ambas aparecen atributos sexuales destacados. ¿Eran una sociedad patriarcal y con culto a la fertilidad?
-
Adornos corporales y elaborados peinados. Ejemplo de una civilización refinada y muestra del poder social de las figuras.
-
Proporción africana. Con un canon anticlásico, donde el tamaño de la cabeza es la tercera o cuarta parte del tamaño total del cuerpo, pues en ella se ubican el pensamiento y las emociones. Es la parte mas importante de la persona.
-
Posturas variadas. De pie, sentadas o arrodilladas, realizando gestos con significados desconocidos.
-
Diversidad de tamaños. Desde los 10 centímetros hasta el metro y medio de altura.
-
Figuras zoomorfas. Pocas pero extraordinariamente realistas, reflejo del ecosistema en el que interactuaban, apareciendo monos, elefantes o serpientes.
-
Númeración. Mayoritariamente solas aunque pueden aparecer relieves con varias figuras unidas.
-
Estatuas amuleto. De pequeño tamaño pueden ser exentas, viajando con sus propietarios o bien insertadas en esculturas mas grandes acompañando a un fallecido.
Herederos
La influencia de la cultura Nok será evidente en otras culturas del continente de épocas posteriores, como los Katsina y Sokoto, muy similares técnicamente. Esto se observa en las perforaciones de ojos, nariz y boca, aunque, como es lógico, con características propias.
Actualmente existen detalles estilísticos heredados, como sucede con los Tiv o los Dakkakari, tanto en la representación de las terracotas como en los adornos corporales que portan los individuos de estos pueblos.
Para concluir, podemos señalar que la esencia de la cultura Nok es la propia esencia africana, pues asentó las bases tanto artísticas como culturales del continente, y su herencia ha llegado hasta el presente.
Ojalá los próximos descubrimientos puedan esclarecer sus funciones, simbología, origen y los motivos de su desaparición, de manera que aquel hallazgo fortuito en el año 1928 sea el primer paso para el conocimiento de la enigmática cultura Nok, la cultura subsahariana en terracota mas antigua conocida.
Cristina Bayo Fernández no recibe salario, ni ejerce labores de consultoría, ni posee acciones, ni recibe financiación de ninguna compañía u organización que pueda obtener beneficio de este artículo, y ha declarado carecer de vínculos relevantes más allá del cargo académico citado.
Cristina Bayo Fernández, Coordinadora del Museo de Arte Africano Arellano Alonso de la Universidad de Valladolid, Universidad de Valladolid
Puedes leerlo porque la Fuente - TheConversation es Creative Commons
Cap comentari :