El Ayuntamiento inicia una campaña para fomentar la recuperación de elementos constructivos tradicionales y el uso de los colores blanco y azul en las fachadas
El Ayuntamiento de Tuéjar ha puesto en marcha una nueva campaña patrimonial, arquitectónica y turística para regresar a los orígenes urbanísticos del municipio serrano.
Así, desde el consistorio tuejano quieren volver a vestir el núcleo urbano, poniendo especial hincapié en el casco antiguo, de blanco y azul, colores que permitan recuperar la identidad típicamente serrana del municipio y su estética tradicional.
De este modo, el proyecto, que tiene un recorrido a corto, medio y largo plazo, pretende informar y concienciar a los vecinos sobre buenas prácticas constructivas y sobre la recuperación de una estética tradicional que indudablemente se ha ido perdiendo con el paso de los años.
“Necesitamos darnos cuenta de lo que somos, de nuestras raíces como pueblo rural, y así poder actuar en consonancia”, explica Virginia Monrabal, concejala de Patrimonio, Urbanismo, Obras y Servicios. “Desde el Ayuntamiento, sabemos que este puede ser un proceso lento, pero es importante ponernos a ello y empezar a trabajar desde ya. Esta campaña no pretende ser una obligación para la población, lo que busca es concienciar de tal manera que cuando un vecino decida rehabilitar su fachada, sea dentro de 2, 20 o 40 años, la primera opción que valore sea “vestirla de blanco”
En este sentido, el equipo de gobierno local quiere que todo el pueblo “se sienta protagonista de este cambio paulatino”
Para ello se están dando los primeros pasos de un extenso programa urbanístico que pasará, no solo por la difusión de la normativa obligatoria que ponga fin a algunas remodelaciones que no tienen en cuenta los criterios arquitectónicos tradicionales exigidos en casco antiguo, sino la tramitación de subvenciones para minimizar el gasto que supone a los particulares la rehabilitación, la puesta en marcha de un diálogo activo con el sector local de la construcción para involucrarlo en el proyecto y, por supuesto, el diálogo social con el vecindario.
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