El plan del ayuntamiento permitirá ahorrar cerca de 54.000 euros al año
El Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha procedido al cambio de las luces en los polígonos industriales y de las áreas residenciales afectadas por un exceso de contaminación y por un incumplimiento de las normativas europeas que regulan este sector energético. Las luminarias sustituidas tuvieron un coste cercano a 1 millón de euros que se financiaron con el denominado plan Rus de la Diputación de Valencia. En cambio, el proyecto actual se ha adjudicado mediante un concurso público cuya mesa de contratación no ha contado con ningún cargo político retransmitido en streaming a diferencia del plan anterior.
Una auditoría encargada a principios de esta legislatura por el actual equipo de gobierno y dada a conocer a mediados del año 2017 constató que cerca del 60% de las bombillas instaladas en las urbanizaciones, en el casco urbano y en los polígonos industriales presentaban diversas deficiencias e irregularidades que se traducían en un exceso de contaminación y unas elevadas facturas eléctricas.
A la vista del informe técnico, el Ayuntamiento de Riba-roja estableció un plan de sustitución de las luces que presentaban problemas y deficiencias que permitirá importantes ahorros como las 147 toneladas de CO2 que dejarán de emitirse a la atmósfera cada año así como una rebaja en la factura que pagan las arcas municipales en este concepto, con cerca de 53.919 euros anuales.
Las características y funcionalidades de las nuevas luminarias que se han puesto en funcionamiento se centran en la tecnología LED con rendimientos lumínicos superiores a los 100 lúmenes watio y una baja emisión al hemisferio superior (pérdidas de luz menores), así como la existencia en ellas de los denominados drivers electrónicos que regulan los niveles de luz a altas horas de la noche en las que se produce una escasa afluencias de peatones o usuarios en las vías.
El Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha procedido al cambio de las luces en los polígonos industriales y de las áreas residenciales afectadas por un exceso de contaminación y por un incumplimiento de las normativas europeas que regulan este sector energético. Las luminarias sustituidas tuvieron un coste cercano a 1 millón de euros que se financiaron con el denominado plan Rus de la Diputación de Valencia. En cambio, el proyecto actual se ha adjudicado mediante un concurso público cuya mesa de contratación no ha contado con ningún cargo político retransmitido en streaming a diferencia del plan anterior.
Una auditoría encargada a principios de esta legislatura por el actual equipo de gobierno y dada a conocer a mediados del año 2017 constató que cerca del 60% de las bombillas instaladas en las urbanizaciones, en el casco urbano y en los polígonos industriales presentaban diversas deficiencias e irregularidades que se traducían en un exceso de contaminación y unas elevadas facturas eléctricas.
A la vista del informe técnico, el Ayuntamiento de Riba-roja estableció un plan de sustitución de las luces que presentaban problemas y deficiencias que permitirá importantes ahorros como las 147 toneladas de CO2 que dejarán de emitirse a la atmósfera cada año así como una rebaja en la factura que pagan las arcas municipales en este concepto, con cerca de 53.919 euros anuales.
Las características y funcionalidades de las nuevas luminarias que se han puesto en funcionamiento se centran en la tecnología LED con rendimientos lumínicos superiores a los 100 lúmenes watio y una baja emisión al hemisferio superior (pérdidas de luz menores), así como la existencia en ellas de los denominados drivers electrónicos que regulan los niveles de luz a altas horas de la noche en las que se produce una escasa afluencias de peatones o usuarios en las vías.
La calidad de la iluminación vial de Riba-roja de Túria queda certificada por un escrupuloso cumplimiento del Real Decreto del año 2008 por el que se aprobó el reglamento de eficiencia energética de instalaciones de alumbrado exterior así como el reglamento electrotécnico de baja tensión.
El actual equipo de gobierno de Riba-roja -formado por el PSPV, Compromís y Esquerra Unida- ha aprovechado el plan de sustitución de las bombillas que presentaban importantes deficiencias en su funcionamiento para revisar la seguridad eléctrica en las instalaciones públicas, con inversiones notables especialmente con el cambio de dispositivos de protección eléctrica.
Con estos trabajos municipales realizados desde principios de esta misma legislatura, las instalaciones públicas han experimentado una importante reducción en los valores registrados desde el año 2015 y que se ha traducido en más de 437 toneladas de CO2 que no se emiten ya a la atmósfera y cerca de 157.000 euros de ahorro público al año en Riba-roja.
Esta reducción de CO2 a la atmósfera alcanza ya las 1.236 toneladas acumuladas a lo largo de esta legislatura y que cumplen los diversos acuerdos rubricados por el Ayuntamiento de Riba-roja al amparo del Pacto de Alcaldes por el Clima y la Energía para reducir estas emisiones en un 40% hasta el año 2030 y la integración de la localidad en el Consejo de Gobierno de la Red Española de Ciudades para el Clima.
El alcalde de Riba-roja, Robert Raga, ha destacado "los avances experimentados durante esta legislatura en la reducción de emisiones de dióxido de carbono a la atmósfera enmarcado en el programa EcoRiba impulsado desde el año 2015 por el fuerte compromiso y el convencimiento de que es necesario un mayor respeto hacia nuestro medio ambiente como factor clave para un crecimiento sostenible y armónico".
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