El pleno del Ayuntamiento de Riba-roja de Túria ha aprobado una propuesta del grupo municipal de Compromís en el que se exige al Gobierno central una rebaja sustancial a los impuestos que deben soportar los productos de higiene femenina existentes actualmente en el mercado. La iniciativa pretende una rebaja de impuestos del actual 10% al 4, tras la disminución aplicada por el gobierno en el año 2012 cuando el IVA pasó del 21 al 10%.
La propuesta de Compromís ha contado con el apoyo de los otros dos grupos que forman parte del actual gobierno municipal -PSPV y Esquerra Unida- y de Riba-roja Puede y los votos en contra del Partido Popular y de Ciudadanos.
Los acuerdos contenidos en la moción refrendada por el pleno de Riba-roja de Túria instan al gobierno de España a iniciar los trámites para que se reforme la fiscalidad que deben soportar actualmente los productos de higiene femenina y su consideración como "bienes de primera necesidad" y, por tanto, una reducción notable en los tipos impositivos hasta el mínimo legal permitido. Hasta el año 2012, estos productos sufrían un gravamen del 21% que se reduje en el citado ejercicio al 10%, lejos aún del 4% que se aplica a los productos de primera necesidad.
La denominada "tasa rosa" es aquella cuyo importe se aplica a todos los productos del mercado etiquetados con un distintivo femenino respecto de uno igual pero que carece de la citado etiqueta. Incluso, en algunos mercados de países europeos, la diferencia entre ambos productos, con y sin etiqueta femenina, llegan hasta un 50%, aunque la calidad entre ellos no sea considerable.
Según algunos estudios de mercado, el encarecimiento entre unos productos y otros, basados en motivos de género, se sustancia a partir de la premisa según la cual las mujeres están dispuestas a pagar más por sus vestidos o por su codicia personal, argumentado en la construcción de estereotipos de género. Un estudio de los consumidores de Nueva York estableció que tras una análisis de 800 productos "existía una diferencia del precio en el 42% de los bienes relevantes, con una media del 7% de más que las mujeres debían pagar de más respecto de los hombres por el mismo producto.
Entre los productos comercializados para el público femenino cabe destacar algunos como los champús, las cremas, los desodorantes o los analgésicos que en su versión femenina son notablemente más caros que los enfocados al sector masculino. En algunas situaciones la única diferencia entre ambos productos estriba en el color rosa que se aplica a las mujeres.
Los estudios realizados establecen que cada mujer destina una media de 355 euros al año en la compra de productos de higiene relacionados con los productos de higiene relacionados con el ciclo menstrual, de forma que si se multiplica por los 30 años en los que se utilizan estos productos la cantidad de gastos económicos alcanza alrededor de los 10.650 euros.
Por tanto, se está produciendo un "agravio comparativo" con otros productos ya que no son considerados, inexplicablemente, un bien de primera necesidad, lo que añadido a la denominada "brecha salarial" respecto de los hombres con cerca del 13% de media de discriminación.
La moción aprobada por el pleno concluye con los acuerdos para que el Gobierno central tramite la reforma de la fiscalidad de estos productos destinados a las mujeres al considerarlos como "bien de primera necesidad" y una reducción del nivel impositivo al mínimo posible, además de la defensa de una igualdad de los precios de los productos sin generar discriminación de género alguna.
La propuesta de Compromís ha contado con el apoyo de los otros dos grupos que forman parte del actual gobierno municipal -PSPV y Esquerra Unida- y de Riba-roja Puede y los votos en contra del Partido Popular y de Ciudadanos.
Los acuerdos contenidos en la moción refrendada por el pleno de Riba-roja de Túria instan al gobierno de España a iniciar los trámites para que se reforme la fiscalidad que deben soportar actualmente los productos de higiene femenina y su consideración como "bienes de primera necesidad" y, por tanto, una reducción notable en los tipos impositivos hasta el mínimo legal permitido. Hasta el año 2012, estos productos sufrían un gravamen del 21% que se reduje en el citado ejercicio al 10%, lejos aún del 4% que se aplica a los productos de primera necesidad.
La denominada "tasa rosa" es aquella cuyo importe se aplica a todos los productos del mercado etiquetados con un distintivo femenino respecto de uno igual pero que carece de la citado etiqueta. Incluso, en algunos mercados de países europeos, la diferencia entre ambos productos, con y sin etiqueta femenina, llegan hasta un 50%, aunque la calidad entre ellos no sea considerable.
Según algunos estudios de mercado, el encarecimiento entre unos productos y otros, basados en motivos de género, se sustancia a partir de la premisa según la cual las mujeres están dispuestas a pagar más por sus vestidos o por su codicia personal, argumentado en la construcción de estereotipos de género. Un estudio de los consumidores de Nueva York estableció que tras una análisis de 800 productos "existía una diferencia del precio en el 42% de los bienes relevantes, con una media del 7% de más que las mujeres debían pagar de más respecto de los hombres por el mismo producto.
Entre los productos comercializados para el público femenino cabe destacar algunos como los champús, las cremas, los desodorantes o los analgésicos que en su versión femenina son notablemente más caros que los enfocados al sector masculino. En algunas situaciones la única diferencia entre ambos productos estriba en el color rosa que se aplica a las mujeres.
Los estudios realizados establecen que cada mujer destina una media de 355 euros al año en la compra de productos de higiene relacionados con los productos de higiene relacionados con el ciclo menstrual, de forma que si se multiplica por los 30 años en los que se utilizan estos productos la cantidad de gastos económicos alcanza alrededor de los 10.650 euros.
Por tanto, se está produciendo un "agravio comparativo" con otros productos ya que no son considerados, inexplicablemente, un bien de primera necesidad, lo que añadido a la denominada "brecha salarial" respecto de los hombres con cerca del 13% de media de discriminación.
La moción aprobada por el pleno concluye con los acuerdos para que el Gobierno central tramite la reforma de la fiscalidad de estos productos destinados a las mujeres al considerarlos como "bien de primera necesidad" y una reducción del nivel impositivo al mínimo posible, además de la defensa de una igualdad de los precios de los productos sin generar discriminación de género alguna.
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