El Pleno de ayer 7 de julio aprobó los presupuestos para 2016 y lo pudo hacer porque la edil de Ciudadanos que votó en contra el Pleno anterior no acudió al Pleno de ayer por encontrarse de baja por haber dado a luz.
En el Pleno se repitieron las posiciones del Pleno de junio: a favor Compromis, PSOE y Asamblea de Bétera (Podemos) y el voto en contra del PP, también de Mas Camarena y la abstención del concejal no adscrito.
Los presupuestos ya habían pasado por el Pleno el mes de junio y no pudieron ser aprobados porque el empate entre el SI y el No situó al equipo de gobierno ante la tesitura de rendirse o aprovechar un resquicio legal y pasarlos a la Junta de Gobierno Local `para su aprobación. El gobierno que preside Cristina Alemany decidió utilizar el resquicio legal e intentó pasarlo a la Junta de Gobierno. Sin embargo el Tribunal Constitucional ha venido a complicar la situación del gobierno de Bétera.
El alto Tribunal ha dictado una sentencia, todavía no publicada pero ya conocida, que declara nula la disposición adicional 16 que introdujo la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de las Administraciones Locales en la Ley de Bases de Régimen Local. Una disposición adicional introducida por el gobierno Rajoy al mismo tiempo que eliminaba algunas competencias municipales (sociales, sanidad, empleo, etc). Esa disposición adicional 16 permitía a los Ayuntamientos utilizar la Junta de Gobierno Local para aprobar presupuestos cuando ocurrieran varios factores: tener presupuestos prorrogados y no haberlos podido aprobar en el Pleno municipal. Este procedimiento ha sido usado por algunos Ayuntamientos de importancia como el de Cadiz y el de Vitoria
Los dos requisitos los reunía el Ayuntamiento de Bétera, aunque los presupuestos que se querian aprobar eran los de 2016 y no los del año siguiente, pero no contaban con la decisión del Constitucional que devuelve al Pleno municipal la competencia de aprobar los presupuestos en todo caso.
Era una solución para equipos de gobierno bloqueados por otras mayorías de Pleno
Para el equipo de gobierno de Cristina Alemany, en minoría desde que Mas Camarena abandonó el gobierno, el nacimiento del pequeño/a de la concejala de C´s ha venido como una oportunidad de oro. Le ha permitido adelantarse y evitar al Tribunal Constitucional y dotarse de la herramienta fundamental para gobernar el municipio: los Presupuestos. Sin embago sitúa el gobierno local en el año 2017 ante otra prórroga presupuestaria (los presupuestos aprobados son para este año 2016) salvo que logre concitar nuevamente el acuerdo del grupo Mas Camarena, de C´s o del no adscrito.
Los presupuestos presentados y aprobados inicialmente en el Pleno de ayer 7 de julio, según el ejecutivo, "tratan de dar respuesta al contexto económico y social" y, en este sentido, "las prioridades principales son el bienestar de la comunidad y la atención a las personas, en especial aquellos sectores con mayor riesgo de vulnerabilidad". Es por este motivo que algunas partidas se han incrementado notoriamente, como por ejemplo la destinada a ayudas sociales que pasa a contar con 300.000 €, suponiendo un incremento del 50% respecto al año anterior. Por primera vez, además, los presupuestas cuentan con una partida dirigida a personas con discapacidad funcional, que asciende a 14.900 €.
Enric Álvarez, regidor de Hacienda, ha explicado que se contempla una reducción de los ingresos de IBI alrededor del 14%, un descenso motivado, entre otras causas, "porque el equipo de Gobierno ha decidido no aplicar el tipo impositivo del 0.615 impuesto por el Estado", de forma que se ha decidido volver al 0,58 que fija el ordenanza. Una decisión "voluntaria" que permitirá, ha explicado, "congelar la presión fiscal de los vecinos y vecinas de Bétera".
En relación a la partida de personal, esta supone un 46% del total del presupuesto, e incluye el pago del 50% de la paga extraordinaria no abonada en 2012, el incremento del IPC y retrasos. Esta partida incluye también la disminución de los gastos a los regidores por asistencia a órganos colegiados, que disminuye un 8,35%. El ayuntamiento prevé también la creación de un fondo de contingencia de 135.000 € para cubrir necesidades no previstas e ineludibles, como aquellas que se pueden derivar de litigios.
Los presupuestos presentados y aprobados inicialmente en el Pleno de ayer 7 de julio, según el ejecutivo, "tratan de dar respuesta al contexto económico y social" y, en este sentido, "las prioridades principales son el bienestar de la comunidad y la atención a las personas, en especial aquellos sectores con mayor riesgo de vulnerabilidad". Es por este motivo que algunas partidas se han incrementado notoriamente, como por ejemplo la destinada a ayudas sociales que pasa a contar con 300.000 €, suponiendo un incremento del 50% respecto al año anterior. Por primera vez, además, los presupuestas cuentan con una partida dirigida a personas con discapacidad funcional, que asciende a 14.900 €.
Enric Álvarez, regidor de Hacienda, ha explicado que se contempla una reducción de los ingresos de IBI alrededor del 14%, un descenso motivado, entre otras causas, "porque el equipo de Gobierno ha decidido no aplicar el tipo impositivo del 0.615 impuesto por el Estado", de forma que se ha decidido volver al 0,58 que fija el ordenanza. Una decisión "voluntaria" que permitirá, ha explicado, "congelar la presión fiscal de los vecinos y vecinas de Bétera".
En relación a la partida de personal, esta supone un 46% del total del presupuesto, e incluye el pago del 50% de la paga extraordinaria no abonada en 2012, el incremento del IPC y retrasos. Esta partida incluye también la disminución de los gastos a los regidores por asistencia a órganos colegiados, que disminuye un 8,35%. El ayuntamiento prevé también la creación de un fondo de contingencia de 135.000 € para cubrir necesidades no previstas e ineludibles, como aquellas que se pueden derivar de litigios.
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