En un momento en que quedarse sin empleo ni prestaciones puede
suponer la pérdida de la tarjeta sanitaria del sistema público de salud
para determinados colectivos, algunas aseguradoras privadas tratan de
promocionarse como alternativa ofreciendo su propia tarjeta a través de
seguros 'básicos'. La “tranquilidad” que puede suponer tener cobertura
sanitaria a un precio relativamente asequible se puede tornar en una
sangría económica si el consumidor necesita hacer uso habitual de las
prestaciones.
Los copagos tras la cuota - pago y repago-
Un ejemplo de esto es Adeslas Básico, de la compañía
aseguradora de La Caixa, que se oferta “para ti que quieres acceder a
la sanidad privada a un coste reducido”. La entidad catalana oferta este
producto desde 12 euros al mes (para menores de 34 años, la franja más
'sana' de población). En el otro extremo estarían los mayores de 64
años, que pagarían 45 euros al mes. Tras esta cuota tan económica que
permite el acceso al cuadro médico de la aseguradora, hay una retaíla de
copagos: 9 euros por una consulta de medicina general, 4 euros por la
de enfermería, 16 euros por visita al especialista o 70 euros por
pruebas de alta tecnología.
Un producto similiar sería Caser Salud Activa, que
ofrece “una cobertura completa a través de un cuadro médico con prima
baja”, y que se recomienda para usos esporádicos. Para un cliente joven
la cuota de este seguro estaría sobre los 41 euros, mientras que para
mayores de 64 años es un producto que no se contempla. Incluye medicina
primaria y especialidades, así como pruebas diagnósticas y
hospitalización. Entre los copagos que incluye están 7,80 euros por
consulta de medicina general, 14 euros por visita a especialista, 1,50
euros por servicio de ATS en consulta o 38 euros por pruebas de alta
tecnología.
El seguro Sanitas Primero también se vende como el
'básico' de esta compañía a “un precio reducido”. Desde 22,03 euros al
mes se accede a medicina general y especializada, pruebas diagnósticas y
cirugía ambulatoria, pero la hospitalización quedaría como algo
opcional. Por tanto, es más barato pero ofrece mucha menos cobertura.
Sanitas establece un “copago lineal” para este seguro, por el que se
paga un fijo de 5 euros por acto médico. Sin embargo, estos copagos se
incrementan si se hace un uso intensivo de algunos servicios. Así, a
partir de la décima visita a urgencias en el mismo año, se cobra 10
euros por visita.
Aegon ofrece un seguro similar a los anteriores, pero en este caso el nombre del producto no deja lugar a dudas: Aegon Copago Salud.
Este seguro incluye asistencia sanitaria, acceso a especialistas y
hospitalización por 46, 43 euros mensuales (para un hombre de 30 años).
Aunque no se precisa en la documentación que ofrece la compañía en su
web cuánto se cobra por cada uso del servicio, sí señala que el máximo
anual de ese copago se limita a 500 euros.
Seguros básicos de salud... ¿Son tan baratos como los pintan?
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Cuota mensual (para varón de 30 años) | Consulta medicina general | Consulta enfermería | Consulta especialista | Prueba de alta tecnología (resonancia, medicina nuclear, TAC...) | Precio mensual total si se hace uso en el mismo mes de los servicios anteriores | Acumulado anual con el uso mensual estimado | |
Adelas Básico | 12 euros | 9 euros | 4 euros | 16 euros | 70 euros | 111 euros | 1.332 euros |
Caser Salud Activa | 41 euros | 7,80 euros | 1,50 euros | 14 euros | 38 euros | 64,3 euros | 771,6 euros |
Sanitas Primero | 22,03 euros | 5 euros | 5 euros | 5 euros | 5 euros | 41,03 euros | 492,36 (no incluye hospitalización) |
Aegon | 46,43 euros | No se precisa | No se precisa | No se precisa | No se precisa | 46,43 más copago (500 euros máximo anual) | 1.057, 16 euros |
DKV 'Viva la vida' | 8.95 euros | No se precisa | No se precisa | No se precisa | No se precisa | No se precisa | No se precisa |
Otras compañías, como Mapfre,
se centran en seguros para toda la familia y parecen no estar
interesadas en este tipo de seguros básicos, mientras que DKV Seguros
prepara el lanzamiento a partir del 17 de febrero del seguro 'Viva la vida',
que se centra en la prevención pero que también ofrece acceso a
“consultas de profesionales sanitarios y pruebas diagnósticas con
tarifas muy reducidas”. Con lo cual se puede deducir que a los 8,95
mensuales a los que se promociona, y que dan acceso a su tarjeta 'Viva
la vida', habrá que sumar copagos que, por el momento, en su publicidad
no se muestran.
Tarjetas privadas como gancho
Tras el Decreto-ley 16/2012, de 20 de
abril, el Sistema Nacional de Salud dejó de ser universal y pasó a ser
un derecho para asegurados de la Seguridad Social o para beneficiarios
(por ejemplo, un niño que está cubierto a través del la Seguridad Social
de sus padres, o un cónyuge). Con esta reforma, se excluyó del sistema a
los ciudadanos de nacionalidad española o europea que, sin ser
asegurados o beneficiarios, tuvieran ingresos anuales de más de 100.000
euros.
Pero también se sacó del sistema a los
extranjeros no comunitarios no asegurados ni beneficiarios y, aunque
para los españoles se garantiza el acceso al sistema, algunos pueden
verse sin tarjeta sanitaria en según que circunstancias. Es el caso de
aquellos españoles de 26 años o más que han estado afiliados en algún
momento a la Seguridad Social y ya no lo están, no son pensionistas, ni
cobran el paro ni están inscritos en una oficina de empleo. A este
sector se le obliga, para tener tarjeta sanitaria pública, a solicitarla
de nuevo alegando que carecen de recursos económicos.
Esta circunstancia hace que colectivos
como extranjeros o jóvenes desempleados puedan ver como alternativa
estos seguros de salud básicos cuando, al acudir a su centro de salud,
descubren que se les ha cancelado la tarjeta sanitaria pública. Algo que
ha hecho que la tarjeta, como medio de acceso a la sanidad, se haya
convertido en un objeto a promocionar. Por eso las aseguradoras privadas
insisten en sus páginas webs y folletos en que con el seguro entregan
una tarjeta que da acceso a todos sus servicios sanitarios.
Cuidado con las carencias y las coberturas
La mayoría de los seguros incluyen
periodos de carencia, lo que significa que desde su contratación al uso
de todo o parte de sus servicios debe pasar un plazo. Esto es algo que
el consumidor debe tener muy en cuenta si piensa en contratar este tipo
de seguros para hacer un uso inmediato. Además de fijarse en este
aspecto, es importante leer detalladamente todas las condiciones y
coberturas que se incluyen y, sobre todo, a las que no se incluyen. Por
ejemplo, en muchos casos la asistencia dental u oftalmológica está
excluida y se debe contratar aparte.
Información que nos envia ADICAE
para eso eran los recortes. Para traernos hasta aquí
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