El PSPV de la localidad 'deplora' la imagen que el alcalde Vicente Betoret, ha ofrecido del municipio ya que ha permitido que una entidad bancaria que ha recibido múltiples y onerosas ayudas estatales no cumpla con sus obligaciones tributarias a pesar de que sus gestores son, lamentablemente, de sobra conocidos por la opinión pública después de una gestión desastrosa en los últimos tiempos coincidiendo con la denominada burbuja inmobiliaria".
En una nota emitida por el grupo socialista municipal se denuncia que el Ayuntamiento de Vilamarxant ha dictado una orden municipal, a través del boletín oficial de la provincia (Bop), con el objetivo de localizar a los responsables de la entidad financiera valenciana porque adeudan esa cantidad al Ayuntamiento, a pesar de que en los últimos tiempos ha recibido decenas de millones de euros del Estado para sanear sus cuentas económicas antes de su absorción por parte de otra entidad bancaria
La razón es que el "boom" urbanístico e inmobiliario vivido durante los últimos años en la Comunidad Valencia se ha convertido en el protagonista del Ayuntamiento de Vilamarxant que busca a los gestores del Banco de Valencia para cobrarles una deuda de 21'04 euros ya que esta entidad financiera no abonó el correspondiente impuesto sobre plusvalías en la venta de unos terrenos en esta localidad y es precisamente, una operación urbanística se halla detrás de la deuda que el Banco de Valencia mantiene con el Ayuntamiento de Vilamarxant ya que en la plusvalía que se generó con la compra-venta de unos terrenos por parte de la entidad financiera ésta no abonó los correspondientes impuestos que se generaron al efecto, cifrados en los citados 21'04 euros en total.
El grupo socialista de Vilamarxant asegura que los 21'04 euros "son una cantidad ridícula para una entidad que ha recibido cantidades ingentes de ayuda pública en forma de rescate financiero en los últimos tiempos pero sin embargo se ha desentendido de su obligación tributaria como sí hacen los restantes contribuyentes de Vilamarxant; el alcalde y su equipo de gobierno han demostrado una dejadez preocupante para llevar a cabo una actuación tan fácil como localizar a los gestores de una entidad bancaria de sobras conocida para todos los ciudadanos".
Los excesos urbanísticos de los últimos tiempos tienen su máximo exponente en los más de 50 recibos impagados por una empresa inmobiliaria de Vilamarxant que adeuda al consistorio alrededor de 3.000 euros correspondientes a otros tantos impagos del impuesto de plusvalías por compra-venta de terrenos, según figura en el mismo documento municipal.
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