El viernes 10 de mayo personas que forman parte de las PAH de Camp de Túria han celebrado una charla de presentación en la que, como siempre, han comenzado ya la atención de las personas afectadas. La charla ha tenido lugar en la Casa de Cultura del municipio y la afluencia ha sido muy importante.
La PAH en la charla ha explicado sus mecanismos de actuación y asesoramiento en defensa de las personas que están afectadas por esta tragedia social. Repitieron hasta la saciedad las razones en que fundan su actuación, el derecho Constitucional a la vivienda (arlo 47) y la necesidad de que los Ayuntamientos sean más activos en cuestiones sociales. Una crítica abierta a todos los consistorios de la comarca porque carecen de viviendas sociales y son incapaces de dar o buscar soluciones reales a quienes tienen este problema..
Y de lo genérico a lo concreto, inmediatamente como casi siempre que hay una charla de la PAH, de entre los presentes surgen los afectados que por fin cuentan sus dramas personales y alejan por un tiempo la vergüenza. Aunque el llanto muchas veces ayuda a esconderla. Vergüenza que no tienen los directores de oficinas que abusan de su posición para imponer refinanciaciones y soluciones que no interesan a sus clientes, pero si a su banco y a su cuenta de resultados personal. Por fin personas afectadas que asisten a la reunión que explotan y se atreven a hablar del problema y de la situación por la que atraviesan por esta crisis, el desempleo y las consecuencias de la falta de trabajo. Al final de todo, a pesar de los esfuerzos, la hipoteca no puede pagarse y el sistema actua. En el sistema, tal y como se recoge en esas asambleas todos los recursos se dedican para salvar a la Banca, pero no a las personas.
A las charlas asisten muchos ciudadanos/as y entre ellos personas a las que el banco les quita la casa o está apunto de quitársela. Quienes una vez ha ocurrido esto y sin opción a la dación en pago porque el banco no ha querido y el gobierno sigue obviando la ILP, acuden a los servicios sociales de los Ayuntamientos lo único que reciben son documentos para rellenar y muchas veces hasta reproches. El caso de la madre que acude a pedir ayudas para una vivienda porque el banco le ha quitado la suya y no tiene donde ir con sus hijos. Lejos de darle soluciones, la persona que le atiende le advierte que no 'podrá mantener la custodia de sus hijos si no logra un techo donde tenerlos'. Pero el Ayuntamiento se inhibe.
La PAH canaliza todos estos problemas los coloca en el camino que corresponde, Unos en la via de negociación que va orientando; otros en la via de abrir la negociación 'visitando la entidad' y si fuera necesario el escrache pacífico en el banco. Quien decide sobre cada paso a dar de todos los que se le van asesorando es el afectado/a. El trabajo de la PAH vuelca siempre la solidaridad de los presentes no afectados/as, psicólogos que se vuelcan de inmediato y se vinculan para colaborar con ellos, etc.
La PAH muestra con estas charlas que nuestra sociedad no está tan bien constituida como parece, los huecos que las instituciones están dejando son enormes. El estado de bienestar era una ficción, los ayuntamientos son incapaces de buscar y atender a sus propios vecinos/as y los bancos de alimentos no son suficientes.
La realidad social se muestra muy diferente al paraiso que reflejaba Mariano Rajoy el otro día en las Cortes. Por ahora, quienes han encontrado el paraiso han sido los banqueros. El resto de la sociedad está sacrificándose y sufriendo las consecuencias del rescate.
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