Durante el mes de septiembre se han venido publicando las protestas de los vecinos, hasta tal punto que al parecer se realizó una asamblea en la que participó el Ayuntamiento, los promotores y los vecinos. El acuerdo entre las partes parece imposible, aunque el edificio goza según el Ayuntamiento de todas las licencias y le ampara por tanto la legislación; se trata de un edificio construido como chalet para uso privado y según claramente indica el Ayuntamiento, nadie puede prohibir una construcción privada si cumple la legalidad urbanística, aunque se parezca a una mezquita. Otra cosa será el uso que posteriormente tenga.
Los vecinos sin embargo, insisten en que la creación en esa zona del mencionado oratorio, aunque sea privado, significará una alteración de su normal manera de vivir, hablan de su ubicación en una zona residencial que además tiene dificil acceso, lo que podría incluso incrementar las molestias que con el tiempo se presumen tendrán.
El edificio que se construye es visible parcialmente desde la autovia CV-35 y en su parte alta puede apreciarse una cúpula que ciertamente da a entender que es una Mezquita. Ante ello los vecinos manifiestan que su actuación no tiene que ver con el carácter musulmán de la construcción, sino con su posible uso multitudinario, o al menos masivo en algunas fechas religiosas e insisten en que para ellos es indiferente la religión a que va destinado el edificio, lo importante dicen, son los problemas que les ocasionará la afluencia de mucha gente a la zona.
Los promotores en algunas declaraciones a otras publicaciones reconocen el destino religioso, pero manifiestan pertenecer a un grupo musulmán de muy escasa implantación lo que de entrada evitará, según ellos, la presencia masiva. En algunos medios han manifestado que el uso en los momentos más emblemáticos apenas superará la treintena de personas. Asimismo manifiestan defender el derecho a ejercer y practicar su religión públicamente.
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